miércoles, 29 de mayo de 2013

Una tarde cualquiera

   

—Tengo 2 pads arcade y tu otro, somos 3, y yo no tengo nada que hacer después del curro. No hace falta que te diga que voy a ir para tu casa, ¿Verdad?
—Estas tardando.

Cuelgo, y arranco el coche dirección a pasar una tarde en compañía, para rememorar grandes tiempos, cuando todavía no habían frases como "curro", "tu casa" y "responsabilidades". Un tiempo en el que con un solo crédito al día, podías pasarte 1 hora jugando. Un crédito que algunas veces era suficiente para que la gente se quedase asombrada de que nivel de vicio tenías con cierta máquina y que gente que no conocieras supiera quien eras por ser el tío mas "pro" en tal título, para quedarse a ver como te pasabas la máquina por el forro. Un crédito, un simple crédito, que falto de el, podías sentir que ese día no era lo mismo. 


 

Pero ahora no es necesario en muchas ocasiones tener un solo crédito para disfrutar, y puedes pasarte las maquinas que en aquel momento no pudiste conocer o que te gustaba otra mas que tal otra.

En un rato puedes disfrutar con pads arcade, mandos usb, desde el teclado, en fin, con cualquier cosa es buena. Pero teniendo tus pads arcade aunque sean de bajo coste, no importa, la "emulación" física es mas cercana, y por tanto mas gratificante. 


The King of Fighters, D&D Tower of Doom, Windjammers y Blood Bros pasandonos los mandos etc. Intercambiar conocimientos de juegos que unos y otros no conocen, echar un rato en cierto juego para enseñarle tal juego a alguien que es completo desconocedor del mundo arcade...

En fin, que siempre puede haber una buena excusa para llamar a un colega, o coger a tu novi@ y ponerte a probar títulos desconocidos, rejugar una y otra vez, mejorar puntuaciones, cogerte distintos personajes y pasarte el juego que nunca pudiste 






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