Que tenga un botón para saltar, uno para pegar y otro para hacer que aparezca un coche de policía y lance un misil o fusile a los enemigos ya dice mucho de este gran juego del lejano 1991 que aun hoy sigue siendo magnifico, y que sería mas reconocido si no fuera por que su secuela directa mejora todo lo aquí dado a disfrutar.
Streets of Rage es el tipico titulo de matar punkarras en la calle, pero esta vez como exclusivo para las consolas del erizo azul, el cual todo el mundo que dispuso al menos de la querida Mega Drive pudo jugarlo fácilmente ya que aparecía en varios recopilatorios que venían directamente junto a la consola.
Disponemos de 3 personajes en esta ocasión: Blaze, Axel y Adam, cada uno con sus características propias, y que hará que te decantes por uno u otro de ellos.
Hablando sobre la versión de Mega Drive (que es la que hemos jugado), podemos decir que gráficamente es correcto pero mejorable. Hay ciertos objetos en pantalla que no están escalados correctamente, y que parecen en principio que están en un plano al que puedes acceder y no es así. Podemos perdonarlo por el musicote que calza, que nada mas empezar nos ponen un tema muy pegadizo, y el boss theme es simplemente maravilloso, nada mas escucharlo vas a tener pegado el dedo en el botón para llamar a la poli preparado si no lo has gastado en el transcurso del nivel.
Del modo cooperativo podemos hablar de un beat 'em up sencillo pero perfecto, en el que podremos hacer combos agarrando a los enemigos y que tu compañero le hinche a puñetazos y patadas, compartiendo puntos para ganar vidas, las armas y el típico pollo asado. Curioso que exista el fuego amigo y que no se pueda desactivar, lo que nos hará estar siempre bien separaditos para que ninguno de los dos se acuerde la madre de nadie por haber recibido un guantazo.
Streets of Rage es un clásico que nos obliga con muy buenos motivos a que nos demos una vuelta cada poco tiempo por sus calles para repartir leña.
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